lunes, 30 de marzo de 2009

Climb Dance.



“Climb Dance” es el título de uno de los cortos que todo buen aficionado al motor debe haber visto. Producido por Peugeot y dirigido por Jean Louis Mourey, llegó a a ganar varios premios en diferentes festivales de cine. No es para menos, el vídeo son cinco minutos de auténtica maestría al volante, enmarcados en la brillante participación del piloto finlandés Ari Vatanen en el Ascenso Internacional a Pikes Peak del año 1988. Pilotando un Peugeot 405 T16 GR estableció un récord que tardó años en superarse.

El Pikes Peak International Hillclimb tiene lugar en las Montañas Rocosas de Colorado (EEUU) y está reconocido como la competición de hillclimb – ascenso – más famosa del mundo. En diferentes categorías participan desde coches de rallye hasta camiones de competición, pasando por buggies y la categoría Unlimited. En esta categoría no hay reglas, el vehículo únicamente debe superar una inspección técnica. En ella suelen participar los vehículos más competitivos, cuyo objetivo es batir récords de tiempo.




Sus potencias superan con frecuencia los cuatro dígitos y hablamos de caros prototipos creados a efectos de la competición. ¿A qué se enfrentan? Concretamente a uno de los eventos de rallye más duros del planeta, que lleva celebrándose desde el año 1916. Los avezados pilotos tienen ante sí nada menos que 156 curvas en un recorrido que asciende 1.439 metros en 19.9 km. El punto de partida es Pikes Peak Highway a 2.862 metros de altura, la llegada, Summit House, a una mareante altitud de 4.301 metros.

La pendiente media es del 7% y ni siquiera la mitad del recorrido está asfaltado, el resto es gravilla suelta. Una superficie muy deslizante en condiciones habituales, pero de extrema peligrosidad cuando se compite a más de 200 km/h y a centímetros de tus ruedas hay enormes barrancos cortados a cuchillo con caídas de cientos de metros en la zona más peligrosa, Devil’s Playground, – traducido como “el terreno de juegos del Diablo” – una salida de pista significa una muerte segura, así de crudo.




El Peugeot 405 T16 GR que Ari Vatanen condujo fue construído con una peculiar carrocería coupé y disponía de tracción integral permanente, algo muy importante en los rallyes. Sólo dos unidades se produjeron, una para el París-Dakar y otra para el ascenso a Pikes Peak, Ari Vatanen demostró su talento al volante de ambas unidades, logrando sendos primeros puestos. Su motor 2.0 Turbo permitía una relación final peso/potencia de unos impresionantes 590 CV/tonelada.

Un factor a tener en cuenta en el ascenso a Pikes Peak es que la concentración de oxígeno en el aire disminuye a medida que ascendemos hasta los 4.300 metros. Por tanto la potencia de los motores se reduce en más de un 50% a medida que nos acercamos a la meta, ello explica los habituales 1.000 CV de los actuales participantes en la categoría Unlimited. El Peugeot de Ari Vatanen perdió más de 200 CV durante el ascenso, en el vídeo se nota cómo su empuje disminuye a medida que se acerca a la meta.




Otra dificultad anadida es el sol, que en ciertas partes del ascenso en combinación con las nubes de polvo generadas por el propio coche ciega a los participantes. Es estemecedor comprobar como Vatanen tapa el sol con una mano, y conduce al borde de abismos con la otra mano. Aunque en el vídeo que podréis ver algo más adelante sólo se comprenden 5 minutos de carrera el tiempo logrado por el finlandés fue de 10:47.22, si hacemos cálculos descubrimos una escalofriante velocidad media de casi 120 km/h.

Ese tiempo superó el récord establecido el año anterior – 10:47,85 – por el genial Walter Röhrl a bordo de un Audi Quattro S1. No puedo decir mucho más, vale más un vídeo que mil palabras. Simplemente recrearos en ese pilotaje limpio, esas curvas apuradas al límite y la maestría al volante del finlandés.














Y ya metidos en velocidad, los vídeos que enlazo ahora, no tienen desperdicio. Su protagonista es Lionel Regal, un reputado piloto francés especializado en rallyes de asfalto, concretamente en la modalidad de ascensos en el Campeonato Francés de Montaña. Su fama es bien merecida, ya que ha ganado dicho campeonato cuatro veces consecutivas – 2005, 2006, 2007 y 2008 – y todo parece que este año lo revalidará a bordo de su monoplaza Reynard F3000.

Su vehículo está equipado con un motor de competición Mugen-Honda 3.0 V8, capaz de desarrollar más de 300 CV de potencia y por tanto impulsar al F3000 hasta velocidades de infarto en muy poco tiempo, ayudado por el escaso peso del monoplaza y apoyado en una caja de cambios secuencial de cinco velocidades. El paso por curva y la precisión del francés son admirables, y no hablemos de las mareantes puntas logradas.





1 comentario:

Anónimo dijo...

Igualito...igualito ....que yo este fin de semana en el carting...je..je...