Desperta Ferro!

Ese era su grito de guerra.

Si alguna vez hubo unas tropas a las que temer, no fue ni a la falange espartana, ni a las legiones romanas, ni a los uruk-hai ;) , posiblemente fuese de las tropas almogávares de las que habría que huir como de la peste.

Fueron las tropas de choque de la corona de Aragón, compuestas por oficiales de mayoría catalana pero también aragoneses, mallorquines, valencianos y navarros; y por la tropa, procedentes principalmente de las montañas de Aragón y Cataluña aunque también los había de Granada, Navarra, Asturias, Galicia, incluso, sicilianos.

Fieros y crueles, combatían a pie, con armas ligeras, normalmente un par de lanzas cortas y un cuchillo largo al que podía acompañar un pequeño escudo redondo, que al grito de: Desperta Ferro! o también Aragón, Aragón! entraban en combate.

S. XIV , 6.500 almogávares llegan a territorio bizantino y tras una escaramuza con genoveses que deja a 3.000 de ellos muertos, entran en batalla contra los turcos respondiendo a la ayuda solicitada por el empereador de Bizancio para frenar el avance de estos, muy superiores en numero.

En la primera batalla matan a 13.000 enemigos, todos los varones mayores de 10 años, no se hacían prisioneros. En el segundo enfrentamiento, de 20.000 turcos solo escaparon con vida 1.500 y tras una serie de enfrentamientos menores, terminaron con 18.000 turcos mas en una tercera contienda.

Despues de estas refrigas, Miguel, hijo del emperador bizantino Andronico II, que veía el peligro en esta tropa de bestias, invito a uno de los principales caudillos almogávares, Roger de Flor, traicionandolo y asesinando a este y a la guardia que lo acompañaba a través de unos mercenarios alanos, confiando en que sin líderes , los almogávares se rendirían y pedirían cuartel.
Todo lo contrario, comienza la llamada "venganza catalana".

Cuando apareció el ejercito bizantino para someterlos, al grito de "Desperta Ferro!, Aragón, Aragón!", los almogávares entraron en batalla, derrotando al ejercito bizantino y dando muerte a 26.000 de ellos. Se recogen testimonios que dicen de aquello: no se alzaba mano para herir que no diera en carne.

Tras esta batalla, salen al encuentro de los alanos que mataron a su caudillo, que regresaban licenciados con sus familias a sus casas, 9.000 eran, 8.700 murieron y se quedaron con sus mujeres.

Despues de esto se dedicaron una temporada a saquear Grecia pese a estar rodeados de enemigos. Al tiempo, a ayudar al duque de Atenas contra los griegos, sin embargo este no les paga y en represalia se enfrentan a el, lo derrotan y toman el ducado, negandose a devolverselo al teórico legitimo heredero, en nombre de la corona de Aragón, tras lo cual el Papa los excomulga.
Al los pocos años Francia enviaría un ejercito, vendecido por el Papa, para recuperar Atenas que tambien sería derrotado.

Solo el tiempo pudo con ellos, tras unas pocas generaciones y ya una vez mas asentados, terminaron por desaparecer.

Todavía persiste en la actualidad el recuerdo de estas acciones bajo la figura del Katalan, un guerrero-gigante sediento de sangre que se usa para asustar a los niños en algunos países balcánicos.


Y yo ahora me pregunto, donde queda todo esto en nuestras clases de historia y ciencias sociales? Ya podían haber contado gestas como estas y otras muchas que se pierden en el olvido para animar el interes de muchos alumnos.
El día que un buen productor se anime a hacer una película, ni abismo de Helm, ni batalla en los campos del Pelennor estarán a la altura de la historia.